domingo, 29 de julio de 2012

Algodón de azúcar de la feria


Algodón era tu mirada, de reojo, cuando creías que no te veía. 
Algodón era tu risa, cálida y sarcástica, cuando bromeabas. 
Algodón eran tus manos, insomnes, jugueteando con las mías. 
Algodón era tu cuerpo, perlado de sudor.
Se me aturullan las tripas de desearte, todo en ti es algodón de azúcar.

Y cómo te hago saber que no sé qué me has hecho. 
Y cómo te digo que siempre estarás en mí. 
Y cómo recuerdo otros agostos, de carreteras sin transitar, si no estás aquí.
Si todas esas cosas están contenidas en el algodón de azúcar de una feria, en un carrusel, en la noria que nunca compartimos, en casetas de tiro y montones de peluches. En los perritos piloto y los lotes etílicos para adolescentes. En el caótico puñetazo en el estómago que nos dio la vida.

Fui duda hasta que te tuve frente a mí. Ahora soy certeza inquebrantable, como los juramentos de no olvidarte jamás, que le hice a la luna. Soy piedra incólume en tu camino, nunca me iré de ahí. Soy adepta de la noche e incondicional de sus torturas. Seré tuya para siempre.

Quiero manchar mis labios con el algodón de azúcar de tus néctares secretos, quiero deleitarme con su dulce sabor. Quiero probar de tu boca, la miel, las manzanas de caramelo, y que tu risa, se confunda con el tintineo de la campana del tren de la bruja o de la casa del terror. 

Algodón de azúcar en mis sueños, flotando en el aire, como nubes de color rosa, azul, morado. Vientos de otros tiempos que se llevan los recuerdos podridos y me traen sonrisas del futuro. Atracciones de feria, de fiesta de pueblo, de oscuridades entornadas y malditas. Verbenas de medio pelo, bajo las luces tibias de bombillas de colores oxidadas, en la plaza mayor de cualquier pueblo. 


domingo, 22 de julio de 2012

Saltar la alambrada.


Veo el mar por la ventana
que se abre en tus ojos
Está gris, está enfadado
le sobran mis sueños rotos.
Veo la noche irse a la cama
yo no me quiero dormir
sin la almohada de tu pelo
ya no se vivir.

Veo tus manos encantadas
que no me quieren tocar
sin suerte están ya cansadas
de tanto luchar.
Sigo el ritmo en tus pestañas
Ya no me llama tu voz
Me he perdido en tus entrañas
Ya no somos dos.

Lo he intentado muchas veces
He luchado hasta morir
He viajado hasta el fututo
Y no estás allí.
Se descuidan tus miradas
Y me he roto ya la voz
He saltado la alambrada
Pero me quema tu sol.

Veo mi vida desencajada
No soy capaz de soñar
Sin caricias en la espalda
Ya no quiero nada.
Sé que miras a otro lado
No ves nada que salvar
Para ti esto está acabado
Y yo no sé olvidar.

Tengo el son desordenado
Mi ritmo está cojo
Tu canción no la he acabado
Le falta un acorde solo.
Tengo el silencio enquistado
No sigas hablando
Soy un perro apaleado
Y mis dueños son tus labios.

Lo he intentado muchas veces
He luchado hasta morir
He viajado hasta el futuro
Y no estás allí.
Se descuidan tus miradas
Y me he roto ya la voz
He saltado la alambrada
Pero me quema tu sol.