A veces, te miro y no me creo que hayamos llegado hasta aquí.
Te miro, y siento que llevo una vida contigo.
Te miro, y solo pienso en besarte, tocarte, sentirte...
A veces, te miro y no me creo que estés a mi lado.
Me rompo de amor.
El corazón se estrecha y se ensancha en cada latido,
como vaivenes de las olas cuando sube la marea.
A veces, busco tu cuerpo a mi lado, en la cama
y descubrir tu calor me hace sentir feliz
y entonces, te giras, me abrazas, susurras que me quieres
y yo, me rompo de amor.
A veces, me miras en la penumbra de los bares,
como antes, como cuando creíamos que era imposible.
Y siento que somos uno, que somos invencibles
y sí, claro, me rompo de amor.
Y entonces tú, sellas con un beso mis fracturas,
las grietas en el alma, las esquinas melladas de mis miedos
y me curas, me cuidas, me salvas.
¡Qué placer romperse de amor!
Soy tu Eileen particular, ¿o no?
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