Bicicletas viejas en desvanes olvidados.
Juguetes rotos debajo de la cama.
Un teléfono anotado en alguna parte.
El recuerdo. Mordiéndome.
Una hoguera de ropa ardiendo,
junto a la casa.
Humo gris negruzco, que significa despedida.
Cajas de galletas llenas de fotografías
viejas, en blanco y negro,
en sepias descoloridos y formatos olvidados.
Un columpio rojo,
de cadenas aseguradas a las vigas de madera.
Las tardes en el río.
Los churros de los sábados por la mañana,
los pollitos de colores en el mercado.
Coger guindas maldiciendo a los mosquitos.
Parrillas de julio y agosto.
El temor a los toros, en las fiestas,
con nuestros pañuelos rojos atados al cuello.
Y colores, siempre pinturas de colores.
Murales acrílicos, cuadros al óleo.
Y libros, infinidad de libros a mi alrededor,
a todas las edades.
Desde los cuatro años, siempre leyendo.
Colores que pintaron mi vida.
Libros que escribieron mi historia.
Mi infancia entre dos pueblos.
El inicio de mi familia, mis abuelos.
4 comentarios:
de hay las 8 dioptrias mi querida trinadora
Coger guindas maldiciendo a los mosquitos... Precioso verso
...Pasaba por aquí y me quedé en tus versos.
Un besín
Gracias por las palabras y por pasaros un ratito por mis versos...
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